miércoles, 6 de mayo de 2015

Capítulo 6

Lara trataba de asimilar aquello que veía. ¿Como era posible?


Allí, encima de una mesa, estaba su madre bailando de forma provocativa, contoneándose sensualmente...


Llevaba el pelo suelto, la parte de arriba era transparente y unas manos ocultaban apenas sus pechos dejando poco a la imaginación, unos pantaloncitos súper cortos, medias de rejilla, taconazos, y sonreía y se contoneaba de forma exuberante.


- Vaya, ocurrió lo que pretendía evitar... - murmuró Elena con pesar, - vamos Lara, no mires.


Lara se volvió y trató de componer una sonrisa natural.
- Ya la he visto Elena, ¿crees que no?
Y dicho eso volvió a darse la vuelta.


- No Lara...
Pero ya era tarde. Ambas vieron bajar a  la madre de la mesita, y hablar con un tipo que se le había acercado.


Momentos después, y ante los incrédulos ojos de Lara, ambos se abrazaron estrechamente.


Después la besó.


Y, en un abrazo apretado, prolongaron el beso.


Lara, sin poder moverse del sitio, los vio avanzar a ambos hacia las escaleras.


Uno tras otro subieron al piso superior.


Y entonces desaparecieron tras la primera puerta.


Cuando se volvió hacia su amiga, su rostro estaba serio, triste, descompuesto...
- No deberías haber visto esto Lara, - le dijo comprensiva.


- Era lo que pretendía evitar, - añadió ante el mutismo de su amiga que era incapaz de pronunciar palabra. - Anda vámonos.


Al salir, Lara se detuvo. No podía dar un paso. Su madre era...
Hasta le costaba decir el nombre concreto. Ahora ya sabía a que se dedicaba su madre por las noches.
- Red Rose... - murmuró tristemente mirando las letras de neón.
Elena por su parte estaba muy preocupada por ella.


- Lara, - aquella profunda voz la hizo volverse.
- Kalean...
- He visto lo que ha pasado, y lo siento mucho por ti. Ella es tu...
- Si, mi madre, - afirmó seria. - ¿Tu sabes lo que hay tras esas puertas del segundo piso? - le preguntó.
- Lara... no me preguntes eso.


- Por favor Kalean, se que lo sabes y... no me preguntes por qué, pero se que puedo confiar en ti. Dímelo por favor. Necesito saberlo.
El miró su carita, sus ojos sinceros, y no pudo resistirse.


- Arriba hay... dormitorios, cuartos privados; se lo he preguntado al camarero y quiero que sepas que esta es la primera vez que vengo.
- Lo se, creo en ti, me fío de ti Kalean.


- Y quiero que sepas que... encontrarte a ti esta noche y... hablar contigo, ha sido lo mas bonito que me ha pasado.
- Y a mi, preciosa... Bueno, es muy tarde, - ambos parecían nerviosos.
- Si, me voy.
- Volveremos a vernos.
- ¿De verdad? - preguntó ilusionada y anhelante.
El sonrió.
- Seguro, no lo dudes. Buenas noches.
- Adiós...


Al día siguiente, Lara comía en la cocina cuando su madre llegó y vio todos los platos de la noche anterior sin recoger. Bueno, en realidad no había hecho absolutamente nada en la casa.


Entonces, mientras seguía comiendo, la vio avanzar decididamente hacia ella.


- ¿No te has levantado con tiempo para hacer las cosas de la casa? - le preguntó decidida, - ya sabes lo que debes hacer antes de irte a clase.


- A ver como te lo explico... no, no me he levantado con tiempo ni he hecho nada, - dijo Lara, con cara de fastidio.


- ¿Puedes explicarme eso pequeña insolente? - le dijo seria sentándose junto a ella en la mesa.


- No hay nada que explicar mamá. Ya se que eres una furcia, una puta barata del Red Rose, así que a partir de ahora dejaré de ser la cenicienta, ¿te parece? Creo que con lo que te pagan los clientes bien puedes contratar una asistenta para que haga todo lo que tu te niegas a hacer en casa.


- Así que ya lo sabes, mamá, - añadió poniéndose de pié.
-¿Como demonios has sabido lo del Red Rose? ¿Quien te crees que eres para hablarme a mi así imbécil?


- Soy alguien que maneja información privilegiada, no lo olvides.


- Puedes insultarme todo lo que quieras, pero si me obligas a hacer de criada como hasta ahora, me chivaré, ¿te ha quedado claro, mamá?


Continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario