sábado, 9 de mayo de 2015

Capítulo 7

- Gracias por invitarme a tu casa Elena.

- De nada mujer, ya sabes que puedes venir siempre que quieras.


- Hoy... creo que necesitas tener un rato de charla tranquila, - añadió la dueña de la casa.
- Si, tienes razón.
Lara se veía muy desanimada.
- Mi madre nos ha dejado limonada. ¿Quieres un poco?
- No gracias, - contestó pensando en que la madre de Elena no iba por ahí acostándose con unos y con otros y vendiendo su cuerpo.


Las dos se sentaron en el sofá.
- Bueno, ¿como te sientes? Muy mal me imagino ¿verdad?
- No puedes hacerte una idea. Jamás pensé que mi madre... bailara en un club y... fuera una prostituta. Pero la cuestión es que... eso no es lo único que he averiguado de mi familia.


- ¿Eso no es lo único? ¿Pero es que hay mas?


- Si Elena. ¿Recuerdas que te extrañó que de pronto consiguiera que mi padre me dejara salir?
-Si.


- Pues resulta que lo pillé en casa con un amigo.


- ¿Un amigo? - preguntó Elena, - no se que quieres decir.
- Pues un amigo con el que se morreó.


- Y luego se fueron a la cama y follaron como locos, - añadió tristemente.
- Joder... menudo marrón.
- Si, mi padre es gay y tiene un amante, y mi madre baila ligerita de ropa en un club, y además es puta. Genial, ¿verdad?
- Vaya, no tenía ni idea de todo eso, y lo de tu padre ni me lo imaginaba, esa es la verdad.


- Si, tengo una familia muy especial, - Lara se puso de pié, - por eso he podido quedar contigo para salir.


- ¿Les amenazaste con chivarte o algo así?
- Exactamente. Ya era hora de que dejaran de explotarme ¿no crees?
- ¿Cuántas veces te lo dije Lara?
- Ya lo se.
- Escucha, a pesar de todo, míralo por el lado bueno, has podido salir y vas a seguir haciendo lo que te salga del culo.


Las dos rieron por la expresión vulgar utilizada por Elena. Después de todo tenía razón, había que mirar el lado positivo de todo aquello.


- Anda dame un abrazo, - le dijo Lara emocionada a pesar de todo.


- No se que sería de mi si no te tuviera a ti para hablar y subirme el ánimo.
- Bah, no es nada.
Momentos después se iba a su casa.


Cuando Lara llegó se metió en la ducha. Sus padres no estaban, solo su hermano Marcos. Estaba toda enjabonada cuando este apagó el gas y se vio obligada a enjuagarse con agua helada.
- ¡Maldita sea...! ¡Otra vez me lo ha vuelto a hacer!- protestó recordando las muchas bromitas pesadas de su hermano. - Cuando lo coja se va a enterar.


Bajó al piso inferior y esperó a que saliera de hacer sus necesidades.
- ¿Que quieres? ¿olerme el culo después de cagar?


- ¡No estúpido! ¡Otra vez has vuelto a dejarme sin agua caliente para ducharme!


- ¡Estoy harta de ti, de tus bromas pesadas y de tus gilipolleces!


- Pues te vas a tener que joder, hermanita, - dijo irónico y con cara de pocos amigos.


- No pienso aguantarlo mas ¿comprendes? Así que te haré lo mismo a ti, a ver que te parece.
- ¿Perdona?


- Ya me has oído, cuando menos te lo esperes te daré un poquito de tu propia medicina.
- Eres una imbécil y no tienes ni repajolera idea de lo que soy capaz de hacer, así que ándate con cuidado.
- Vete a la mierda anda.
- Pues tu vete a tomar por culo...  Ahí te quedas que yo me voy.


Marcos salió de casa y Lara, alterada, decidió salir al balcón un rato para tomar el fresco de la noche y tranquilizarse un poco.
Siempre que discutía con su hermano acababa atacada de los nervios, pero se prometió a sí misma no llorar por culpa de ese memo. Entonces, de forma inevitable, la imagen de Kalean apareció en su mente.


Desde que lo había conocido no podía apartarlo de su cabeza. Entonces fantaseaba con estar entre sus brazos, segura, feliz, escuchando sus palabras de amor...
Y aunque fueran solo fantasías, su corazón latía mas fuerte por el. ¿Que le había hecho aquel hombre?


Pasado un rato, unas voces repentinas la sacaron bruscamente de su ensoñación. Miró hacia abajo y vio a su hermano Marcos con una chica.


Vaya, - pensó para sí misma, - ¿pero hay alguien en este jodido mundo que aguante al estúpido de mi hermano?
La parejita se abrazó y después entraron en casa.


Momentos después la chica entraba en el dormitorio de su hermano.


Y para su asombro se echaba en la cama grande.


Pero cuando entró Marcos en su habitación, Lara se empezó a mosquear.


Y mas cuando el se echó en la cama junto a ella.


De modo que su hermanito Marcos traía chicas a su cuarto y las metía en su cama...
Menuda sorpresa, bueno, la sorpresa para ella había sido comprobar que había alguien en el mundo que soportaba a su hermano y estaba dispuesta a...


Lara tuvo de detener el curso de sus pensamientos cuando vio a su hermano y aquella chica besarse como locos y despojarse de la ropa a toda prisa. Al ver lo que empezaban a hacer, se dijo a si misma que era demasiado, así que...


Entró en casa y se fue a su cuarto.


¿Sabrían sus padres que Marcos metía chicas en su cama en su ausencia? Siempre había creído que las casas se respetaban, pero al parecer el hacía lo que le daba la gana.


A la mañana siguiente, Marcos se presentó en su cuarto muy enfadado porque ella no le había hecho la cama ni le había lavado la ropa sucia.
- ¿De que vas niñata? - le gritó, - ¿es que no sabes ya lo que tienes que hacer?


- ¿Te refieres a cambiar las sábanas que tu y tu amiguita manchasteis anoche? - le espetó con cara de inocencia.


- ¿De que hablas? - Marcos trató de disimular.
- Hazte el loco ahora, vamos, como si no supieras de qué hablo.


- ¡Tu trajiste anoche a una amiguita y la metiste en tu cama Marcos!
- ¡Estás loca!
- ¡No, no lo estoy, os vi! ¿Que te crees?, ¿que soy tonta?


- Pero...
- No eches excusas Marcos, las casas se respetan, o por lo menos es lo que yo siempre he creído.


- Niñata reprimida y frígida...
- Insúltame todo lo que quieras, pero la cama a partir de ahora te la vas a hacer tu, y también te lavarás la ropa, porque yo no pienso hacerlo mas, ¿te ha quedado claro?


- No te atreverás, - le dijo con cara de pocos amigos.


- Ponme a prueba y ya verás. Ahí te quedas.


Cuando Marcos se quedó solo, su expresión se transformó en otra seria y pensativa. Había que hacer algo con Lara, y había que hacerlo ya.


Continuará

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