viernes, 15 de mayo de 2015

Capítulo 9

Lara vio sorprendida, que Kalean la esperaba en el camino. ¿Que estaba haciendo allí?


- Hola, buenas noches Lara, - la saludó el con su voz varonil.


- Hola, ¿Que haces aquí? No te esperaba.


- He visto que estabas con alguien, que incluso quedabas con el.


- Es Germán, un chico muy amable que me ha ayudado con los deberes. ¿Por qué lo preguntas?


Ambos quedaron mirándose el uno al otro; los ojos de Kalean traspasaban, y Lara sentía que aún su corazón latía mas rápido cuando lo veía.


Y entonces de repente el la abrazó fuertemente contra sí.
- No te alejes de mi, Lara, - murmuró en su oído con voz ronca.

- ¿Por qué dices eso?


- Porque se que vas a hacerlo. No me gusta ese chico.


- No es trigo limpio Lara, y no quiero que salgas ni quedes con el.
- ¿Pero por qué te metes en mis cosas? ¿a qué viene esto?


- ¿Es que no te fías de mi? Debes hacer caso de lo que te digo Lara, por favor.


Al hablar Kalean, Lara se dio cuenta de algo extraño; ¿por qué tenía aquellos colmillos tan largos? No era normal.


- ¿Quien eres tu Kalean? Tu boca... tus colmillos, no son como los de todo el mundo.
El inclinó la cabeza para ocultar su mirada, pero ya era demasiado tarde. Ella se había dado cuenta.


Al alzar la cabeza, Lara vio sus ojos encendidos como el fuego. Sus colmillos, largos y afilados, eran imposibles de ocultar.
- Lara yo... yo soy un vampiro.


- Soy una criatura de la noche, el sol me hace daño, y me alimento de... sangre humana.


¿Un vampiro? Cielos, ¿pero de que hablaba este hombre? Estaba pirado ¿no?


Debía ser eso, porque la idea de que los vampiros existiesen y de que Kalean, aquel hombre misterioso y atrayente, fuera uno de ellos y encima lo tuviera delante, le aterraba.


Pero el caso es que allí estaba; sus ojos azules se habían convertido en hogueras ardientes en cuestión de segundos, y tras aquellos sensuales labios se escondían un par de largos y temibles colmillos.
- Lara, sabes que no estoy loco ni te estoy mintiendo, lo sabes, - le dijo el como si leyera sus pensamientos.


Entonces ella comenzó a angustiarse con la posibilidad de que, efectivamente le estuviera diciendo la verdad. ¿Quien era Kalean? ¿a quien había abrazado hacía un momento? ¿quien hacía palpitar su corazón?


- Dime que no vas a salir con ese chico Lara, dímelo, prométemelo, - le pidió el con voz profunda.
- Yo... no estoy segura de quien o qué eres Kalean. Además, ya estoy cansada de que me digan lo que tengo que hacer.


- Lara... no me desafíes. No quiero que veas a ese chico, no me gusta, no es bueno. No... no quiero que estés con nadie...
Ella, algo asustada e impresionada, se quedó en silencio.


- Vamos Lara, no te asustes de mi, no voy a hacerte daño. Ven conmigo, confía en mi, preciosa, - Kalean le tendió una mano mientras le sonreía enigmático.
El era un vampiro, - pensó Lara, - lo era, no era ninguna invención. ¿Y donde se la quería llevar? ¿A morderla tal vez?


Aquel pensamiento la sobrepasó, así que, sin pensar en nada mas, echó a correr lejos de el.


Pero mientras corría de camino a casa, se dio cuenta de que su corazón se había quedado atrás...


Continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario